El miedo a hablar en público se ha convertido en uno de los problemas más habituales en la sociedad actual. De hecho, la gran mayoría de personas deben hablar en público en algún momento de su vida, ya sea para expresar una opinión durante un curso, decir una palabra para una celebración, exponer un trabajo, dar una conferencia y un larguísimo, etc.
En los actuales sistemas de diagnóstico de los trastornos mentales, el miedo a hablar en público, generalmente, como una fobia social. A pesar de ello, es importante destacar que el 29% de los casos puede ser diagnosticado como fobia social.
En general, los datos actuales apuntan a que el 34% de la población puede tener problemas de ansiedad al enfrentar un público . Estos datos son importantes, no solo por la alta prevalencia, sino por las consecuencias negativas que pueden tener sobre el futuro académico o profesional de quien la sufre.
Entre los temores más habituales se encuentran: miedo a la ansiedad, miedo a un ataque de pánico, ansiedad porque los demás interfieran en el discurso, miedo a no llegar a las metas autoimpuestas, miedo a la crítica y evaluación negativa por parte del público y temor al rechazo.
Habitualmente, estos temores conducen a una gran acción de activación fisiológica (Ej: taquicardia, sudoración, etc.) ya que aparece una gran variedad de pensamientos negativos.
Se trata de una sintomatología que impide a la persona concentrarse en la tarea, con lo que los resultados suelen ser muy poco satisfactorios. En este momento la persona entra en un círculo vicioso: una gran cantidad de ansiedad que conduce a un pobre rendimiento, a un pobre rendimiento conducen a un aumento de la ansiedad, etc.
Se hace necesario, por tanto, empezar un proceso terapéutico que permita al paciente salir de este círculo vicioso. El tratamiento de elección suele basarse en las técnicas de exposición combinadas con técnicas de relajación, reestructuración cognitiva y, en casos específicos, entrenamiento de habilidades en público.
A pesar de ello, es posible que se lleve a cabo una sesión de exposición en vivo en el caso del miedo a hablar en público (por ejemplo, resulta difícil disponer de un espacio adecuado y una audiencia concreta, controlar el tipo de reacción que debe adoptar la audiencia, degradar las situaciones, algunas de las cuales dependen de factores ajenos al terapeuta, etc.).
En este contexto, la exposición a #realidadvirtual es una herramienta especial para conducir sesiones de entrenamiento dentro de un contexto seguro y graduado a las necesidades de la persona.
Con la exposición a realidad virtual en la consulta, podemos tratar este miedo sin esperar ni imaginar ese escenario, sino dentro de la propia experiencia que a la persona le produce temor.
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