Hoy comparto con vosotros un proceso vivido por una de mis clientes a lo largo del Programa de Entrenamiento GBC, y que refleja cómo esta generación está reparando los efectos de nuestra guerra civil.
No es el primer caso que veo, ni probablemente será el último, pues fué una contienda entre familias, un conflicto "de sangre" que arrastran casi, por no decir, todas las familias aquí.
Se trata de una mujer que siente que no encaja, que su vida no va bien y que está desubicada, siente que no tiene un espacio propio, tanto geográficamente, como en su mundo interior. Vive excesivamente preocupada por sus padres, aunque huye de ellos todo lo que puede, en cambio, con sus hijos no se siente tan protectora, tan "madre".
Estudiando su árbol, al principio hay pocas fechas, poca información aunque, a lo largo del proceso, sus padres se van abriendo, van soltando datos importantes para reconstruir su proyecto sentido de "protectora de la familia".
Antes de la última sesión, su padre deja caer un dato asombroso: el bisabuelo, además de pegar a su mujer e hijas diariamente, denunciaba a cualquiera que no le cayera bien, acabándo éstos en la cárcel o bien asesinados, en un período difícil de nuestra historia reciente.
El resentir más marcado fué que ella "siempre se ha sentido" como si la persiguieran, camina por calles poco frecuentadas y atajos, teme las grandes vías donde está muy expuesta a las miradas ajenas, y no le gusta relacionarse con gente porque "sabe" que las relaciones con los demás "son peligrosas".
Averiguando la fecha de defunción de este bisabuelo, encontramos que ella está en línea maestra con él, y que es su yaciente. ¿Adivináis cúal es su trabajo? Ella pensó de jovencita que, lo mejor para salir de casa era opositar, para ser "funcionaria de prisiones", y ahí sigue.... al principio con mujeres, cuidando de ellas, para que estén bien, pues "bastante tienen con estar aquí".
Otro dato a destacar es que, en su linea materna, encontramos a un bisabuelo que estuvo durante años "enterrado en un sótano" para no ser descubierto, pues era perseguido por el "otro bando".
Así, los encierros y encarcelamientos se han grabado en la memoria de este clan, llevando a crear en esta generación, varios hijos que trabajan en cárceles, o son guardias civiles o policías.
Esta mujer puede hoy por fin ponerle nombre a sus rarezas, integrar sus impulsos opuestos de cuidar de los presos y huír de la vida, de ser perseguidora y perseguida, de no dejarse ver para no ser descubierta, y ofrecer una nueva creencia poderosa para todo su árbol: "LA GUERRA HA TERMINADO".
Si te sientes reconocido/a en una programación similar, no dudes en ponerte en contacto en info@pazdelreal.com
