Cuando te encuentras con alguien nuevo, a medida que le vas conociendo vas dejando de ver a esa persona tal y como es, dejas de contemplarla e incluso pierdes curiosidad por conocerla de verdad.
Entonces, comienzas a rellenar los espacios vacíos de información acerca de esa persona con presunciones basadas en tus experiencias del pasado. De este modo, generas una etiqueta para ella, un “collage” de información formado tanto por datos reales e imágenes que sólo viven en tu inconsciente.
Es una forma muy sutil de incluirla en el diseño de personalidad que te está operando, para que así puedas perpetuarlo, aún a costa de la relación o de tu propia salud emocional, física o mental.
El conflicto que comienza a gestarse convierte la relación en algo cada vez más insostenible, pero se mantiene como objetivo común pues genera una gran codependencia.
Esta codependencia se produce debido a una fuerte adicción a la química emocional que genera ese conflicto sostenido, entre atracción y repulsión, en la condición de rellenar el vació existencial que ambos sentirían si llegaran a una separación radical.
Al no haber consciencia de esta dinámica, ni consciencia del vacío que habita en todos nosotros, el dolor se hace insoportable y es mejor “contigo que sin ti”.
Este es el caso de algunas parejas, sobre todo las más tóxicas, que viven aferradas al sostenimiento de ese conflicto, viviendo en una tangente o línea de tiempo que se abrió quizás antes incluso de su propio nacimiento, pues se trata de una memoria o programa contenido en su diseño transgeneracional, o en su desdoblamiento de proyecto sentido, con el único objetivo de ser vista, observada y no más alimentada.
Cerrar esta tangente es posible, gracias a un cambio de percepción y a la observación del conflicto con recursos lógicos.
En ese sentido, la observación de un receptor 34 aporta la percepción de dichos diseños e identidades.
Esta es mi nueva propuesta, desde la perspectiva lógica, un abordaje sobre la adicción emocional y la codependencia, redefiniendo los procesos que he facilitado desde hace años y que ahora podemos observar desde otro espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario