CEREBRO Y APRENDIZAJE

Hoy comparto parte del artículo de Nieves Maya sobre emociones y aprendizaje, desde la Neurociencia.

Me ha parecido muy interesante y estoy muy de acuerdo en sus planteamientos: 

Aprender y Desaprender es uno de los ciclos más repetidos e importantes en la Terapia con Bioneuroemoción, y así lo demostramos cada día. La emoción es nuestra guía diaria.

"El aprendizaje emocional inconsciente y el procesamiento cognitivo superior se dan en diferentes zonas del cerebro pero tiene unas conexiones tan fuertes que actúan los dos a la vez. 

No se puede obviar este conocimiento y, por tanto, cada vez que se hable de aprendizaje humano (y lo que se presupone que lo permite: la atención y la memoria), se ha de relacionar con aspectos emocionales tales como la motivación.

Tener esto en cuenta en cualquier proceso educativo o de formación y en cualquier edad implica que "La buena enseñanza no evita las emociones sino que las abarca, forman parte de ella" E. Jensen "Cerebro y Aprendizaje". 

Todo aprendizaje deja una huella o engrama en el cerebro y, aunque para los cinco años ya están diseñadas las herramientas básicas para utilizar el resto de la vida, gracias a la plasticidad cerebral, neuronal y a la neurogénesis o nacimiento de nuevas neuronas) se puede y se debe aprender a lo largo de toda la vida. 

Se nace con comportamientos programados que hay que desprogramar y al comienzo de la vida, el bebé realiza todo tipo de aprendizajes aunque sólo se quedará con aquello que necesita. A esto se le denomina "poda sináptica" y se realiza especialmente en dos momentos de la vida: hacia los dos años y en la adolescencia. Esto permite que, con el paso del tiempo se haya hecho un aprendizaje más eficaz y, sobre todo, más eficiente. 

Y cuanto más eficiente es un aprendizaje, más fácil es seguir aprendiendo sobre ese mismo tema, por muchas razones y una de ellas es porque nos hace sentir competentes. Este pensamiento positivo genera endorfinas, un opiáceo natural, y provoca sentimientos de felicidad, de bienestar. 

En definitiva, la persona se ve recompensada en el proceso. Como se aprecia, de nuevo aparece la emoción en el acto de aprender."