Interesante investigacion del FIVI que pone de manifiesto lo que trabajamos en consulta, la influencia de la madre y sus circunstancias vitales sobre el embrión implantado, aunque no sea propio.
"Con esto se rompe el rechazo inicial de aquellas madres que tienen que recurrir a la donación ovocitaria para cumplir sus deseos reproductivos.
Los genes no van a ser los suyos, eso es imposible, pero sí que podrán modularlos con su carga genética”.
Investigadores de la Fundación del Instituto Valenciano de Infertilidad (FIVI) han demostrado, por primera vez en la historia de la genética, la ‘comunicación’ entre gestante y embrión, suficiente para modificar el genoma del futuro bebé.
Con este pionero trabajo, los autores –con Felipe Vilella y Carlos Simón a la cabeza– han confirmado la conocida como ‘hipótesis Barker’. Formulada por el epidemiólogo inglés David Barker en 1990, afirma cómo “lo que sucede en el útero materno es más importante que lo que sucede tras el nacimiento”.
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