La intervención terapéutica también puede llevarse a cabo aunque la persona no esté presente en la consulta.
En efecto, la terapia subrogada es igualmente efectiva, pues estamos conectados a nuestros familiares y toda la información del árbol genealógico está inscrita en cada persona del clan.
Este caso es el de una mujer, cuyo padre sufrió un ictus, concretamente una HEMORRAGIA PUTAMINAL izquierda. El accidente ocurrió hace algunos años y actualmente sufría de muchos mareos y vértigos, hasta el punto de no querer salir de la casa.
Esta hemorragia cerebral produce afasia, que es la pérdida del habla, por lo tanto él no podría comunicarse conmigo. En consulta recibo a su hija, quien sí trae un dibujo del árbol que ha hecho su padre. Rudimentariamente, él dibuja las conexiones entre algunos miembros del clan con estos símbolos < >
Explorando el árbol, encontramos que esas conexiones se pueden constatar en el árbol que la hija ha dibujado, porque conectan a los dobles y a las lineas maestras, es decir personas del mismo rango de afinidad.
En dos sesiones, los vértigos han desaparecido y la fisioterapeuta que trabaja con su padre les indica que la mejoría es espectacular. Además, la consultante comenta que el ambiente familiar se ha transformado. Por razones obvias, no entraré en detalles sobre los conflictos programantes ni desencadenantes.
Si quiero destacar, en cambio, que la hemorragia putaminal es de origen hipertensivo, por lo tanto, incluimos desde el principio el sentido biológico de la hipertensión para trabajarlo.
Me interesa resaltar que hay personas que creen que porque no tienen el árbol completo, o no conocieron a sus ancestros, les va a ser imposible hacer la consulta. Esta es una creencia muy limitante para ellos, y totalmente falsa además.
Por otra parte, llamo la atención de aquellos que quieren tratar un síntoma o enfermedad sin traer el diagnóstico exacto a consulta. El diagnóstico médico es IMPRESCINDIBLE.
Animo a venir a acudir a consulta a todos aquellos que tienen padres ancianos, o bien familiares enfermos, siempre que éstos den su consentimiento expreso, para restaurar el órden y la salud en la familia. Todos van a sentirse beneficiados por el tratamiento.
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