Hoy vuelvo a compartir este caso que ya publiqué en 2013, uno de los más típicos casos de incesto simbólico.
Se trata de una mujer que quería descubrir porqué su matrimonio ya no "funciona" sexualmente, en cambio son como dos hermanos bienavenidos en la convivencia.
Este caso es típico de una pareja de gemelos simbólicos. Ella nacida el 20/02 y él el 28/02. Se conocen en una fiesta y surge el inmediato contacto visual, electrizante flechazo. Él, aunque ya tenía novia, la busca y la persigue, abandonando la relación y comenzando esta nueva aventura amorosa.
Ella, por su parte, se ve a sí misma reflejada en él. Ha encontrado el ideal amoroso y se entrega totalmente. Pasan los meses y por fin se casan, en una gran boda, llena de amor y promesas. Cuando los primeros años transcurren, la atracción comienza a decaer, sobre todo después del primer hijo.
Pasados tres años, ya no hacen el amor y además incluso duermen en camas separadas, "por comodidad", y para poder estar más cerca del niño, comenta ella. Ni siquiera se plantean una separación, pues viven su relación como un pacto, una hermandad.
Ya están muy compenetrados en lo profesional, la vida hogareña y la crianza del pequeño. A medida que la relación se enfría, comienzan las disputas y los roces.. ni contigo ni sin ti.... ésta es la relación de "los inseparables" los hermanos gemelos simbólicos.
Una vez en consulta, le pido a la mujer que localice las fotografías de su infancia, sobre todo con su padre. Al recopilarlas en casa, me llama hecha un mar de lágrimas, porque se ha dado cuenta de que su marido es idéntico a su papá, cuando ella era un bebé.
Así asocia nuestro inconsciente la información, la búsqueda de papá, es decir el síndrome de Electra, que se manifiesta también en la fecha del santo de su padre, Emilio, que es la fecha de nacimiento de su marido.
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