Este caso reúne características tanto del incesto simbólico, como del incesto real.
Una pareja con problemas de relación, siempre con disputas y con imposibilidad de separarse, son dobles por fechas.
La que viene a consulta, como suele ser frecuente, es la mujer, que experimenta varios síntomas físicos como hernia inguinal, candidiasis vaginal y dolores en zona lumbar.
Cuando recibe la información de que su árbol manifiesta un incesto simbólico, vamos a investigar un incesto real. De hecho, ella manifiesta tocamientos de su hermano, durante la infancia. Más tarde, encontramos que la madre también los recibe de su hermano.
Esta mujer aún convive en la casa materna, haciendo de "saco de golpes" de una madre con un programa muy tóxico de desvalorización hacia ella.
A través del proceso Bio Coaching, mi cliente se enfoca que salir de la casa materna y, en la misma semana de encontrar casa nueva, le llaman de un trabajo que tenía "previsto pero congelado" desde hacía meses.
Venció sus limitaciones y, una vez en su propia casa y desapegándose de su pareja, comienza a transformar sus relaciones con el sexo opuesto, conociendo a otros hombres que le ofrecen mejor trato. La hernia inguinal desaparece y las molestias lumbares también.
Ella es doble de su padre, ya fallecido, quien se refugió en una adicción para escapar de su dura realidad, un soñador frustrado.
La madre ve en su hija a ese hombre ausente y poco firme. Ella desarrolla un rol fuerte y hasta extremos muy perjudicial para la hija, pues la maltrata como si fuera su propio marido.
Al tomar conciencia de esta reparación transgeneracional, y desbloqueando el duelo por la pérdida de su padre, la candidiásis termina, ya no tiene sentido protegerla de un nuevo "incesto".
La consigna inconsciente "busca a un hermano" suele ser muy frecuente, y puede originar grandes desajustes emocionales que el inconsciente trata de impedir o gestionar, gracias a la protección de la biología, las manifestaciones físicas y somatizaciones que impedirán a la persona mantener relaciones sexuales.
Si te identificas con estos síntomas, escribenos a info@pazdelreal.com
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