Muchas personas se empeñan en dibujar el árbol perfecto. Líneas rectas, con plantillas perfectas, adornos, presentaciones hechas con el ordenador....nada más lejos de un acto curativo. Una mentira para el inconsciente y para el terapeuta inexperto.
Cuando se te pide que dibujes tu árbol familiar, se te está pidiéndo que plasmes en un papel blanco lo que tú interpretas, lo que tu inconsciente cree que es el órden y la estructura de tu clan familiar. Yo le pido al consultante que lo dibuje tal y como lo sienta, se le da permiso y libertad para que se manifieste.
En las terapias grupales disponemos de tiempo para dibujar árboles biológicos, naturales, y se extrae el simbolismo oculto de todos los dibujos de las personas. Hay que saber mirar más allá de lo que se ve y, por supuesto, saber interpretarlo.
La magia del inconsciente revela así mediante volúmenes, espacios, lapsus y errores al dibujar, los secretos familiares y las auténticas conexiones entre los miembros de clan.
Desde aquí, ruego que tomen en consideración que yo prefiero árboles que dibujados a mano. Es ideal que vengan sin borrar o corregir los errores, y sin abigarramiento de datos.
Es una lástima perder tanta información valiosa por querer hacerlo perfecto, con una plantilla. En realidad, esta aparente perfección no es más que una distorsión, que quizás el terapeuta te estará pidiendo para su comodidad de lectura, pero eso nunca será tu árbol biológico.
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