
En el momento en el que un conflicto inesperado ocurre, el choque impacta un área específica en el cerebro causando una lesión. Las células cerebrales que reciben el impacto envían una señal bioquímica a las células del cuerpo correspondientes. Se pone en marcha todo un programa de supervivencia biológica.
¿y si la enfermedad fuera la solución? Este es el nuevo paradigma de la salud.
La pregunta más inteligente en ese momento sería: ¿Qué parte de mi está tan INCONSCIENTE Y DESCONECTADA de mi realidad interna, que necesito que mi cerebro ordene un programa de reparación que culmine en un síntoma o enfermedad que, pretendiendo solucionar el conflicto, puede acabar con mi vida?...paradójico... ¿verdad?
Ante esta paradoja se despliega la CONSCIENCIA.pero...¿Consciencia... de qué...?
Para ser Consciente, el ser humano no necesita realizar ejercicios complicados, ni meditaciones constantes, tampoco es imprescindible salir de la realidad con ayuda de sustancias.
Ser Consciente es, simplemente, dejar de prestar atención a LO EXTERNO, y establecer conexión con LO INTERNO. Y lo interno está representado por nuestra biología y nuestras emociones.
Si pudiéramos estar siempre presentes ante nuestras necesidades primarias y elimináramos de la ecuación de nuestro día a día el concepto de juicio y separación, la alegría sería nuestro combustible para la vida, y la salud el resultado.
El camino es desandar lo ya transitado, instalar la duda y la crítica en todas nuestras estructuras de creencias y valores, para separar el grano de la paja, explorando nuestro INCONSCIENTE, el lugar donde TODO está registrado.
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