Me celebro y me canto a mí mismo.
Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano.
Lo insignificante es tan importante como todo lo demás.
Cuando doy, doy a mi mismo.
Cuando doy, doy a mi mismo.
Lo que satisface al alma, es la verdad.
La vida es lo poco que nos sobra de la muerte.
La vida es lo poco que nos sobra de la muerte.
Toda pulgada cúbica de espacio es un milagro.
No soy sentimental ni miro desde arriba a hombres ni a mujeres de los que no me aparto. No soy más orgulloso que humilde… Me humilla quien humilla a los otros, y nada se hace o dice que no recaiga en mí….
Si nadie me ve, no me importa, y si todos me ven, no me importa tampoco.
Un mundo me ve, el más grande de todos los mundos: Yo.
Mira tan lejos como puedas, hay espacio ilimitado allá.
Yo no hablo del principio y del fin.
Jamás hubo otro principio que el de ahora, ni más juventud o vejez que las de ahora.
Y nunca habrá otra perfección que la de ahora, ni más cielo o infierno que éstos de ahora.
No pregunto quién eres, eso carece de importancia para mí.
No puedes hacer ni ser más que aquello que yo te inculco.
VIVE!!!
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye.
“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”, dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron, de nuestros “poetas muertos”, te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros… Los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti, sin que la vivas.
Existo como soy, con eso basta, y si nadie lo sabe me doy por satisfecho.
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