Hoy recibí esto y sentí compartirlo...
"Dios nos llama hacia él. Pero hay un llamado más allá de éste.
La religión nos ha enseñado al Espíritu Santo de una manera que no necesariamente es la adecuada.
El Espíritu Santo es una persona que vive en nosotros, dirigiéndonos en nuestro caminar.
Cuando comienzas a vivir con esa conciencia del llamado de Dios, tu vida comienza a transformarse en muchas áreas, entre ellas, tus emociones. Las frustraciones comienzan a desaparecer. Las frustraciones no son otra cosa que el sentimiento de no haber alcanzado cosas que crees que debiste haber hecho ya, pero que no has logrado. Entonces, caes en compararte con otros que sí tienen esas cosas que deseas, pero que no necesariamente son las que Dios quiere darte a ti, porque él tiene otras para tu vida.
Tu mayor satisfacción en tu matrimonio no es que tu cónyuge sea el hombre que tú quieres que sea, sino que sea todo lo que Dios quiere que sea. Mientras trates de limitar a tu pareja a lo que tú quieres que sea, siempre habrá frustración en tu vida con tu pareja. Especialmente, cuando una persona está en el proceso de ser transformado por Dios, tienes que darle rienda suelta al Espíritu Santo para que haga todo lo que tiene que hacer en su vida, para que llegue a ser lo que Dios quiere que sea.
Cuando tienes conciencia de llamado, ves tu vida desde otra perspectiva. Ves los retos y las dificultades como piezas dentro del ajedrez de Dios. Siempre hay una expectativa más grande, más poderosa; no hay nadie que te detenga. Cuando alguien tiene conciencia del llamado de Dios en su vida, puede encarar el problema más grande, y vas a notar que su actitud es diferente. Es aquella persona que declara: Algo Dios va a sacar de todo esto, porque yo sé que este no es mi final.
Cuando no tienes conciencia de llamado, ves todo en tu vida como un problema, como una dificultad; todo te desanima, de todo te quejas.
Vive con conciencia de llamado. Sé de aquellos que dicen: Déjame ver cómo Dios va a solucionar esto; déjame ver cómo Dios me va a sorprender; déjame ver cómo Dios va a tornar todas las cosas.
Convierte las frustraciones en expectativas."
Invierte en tu pareja, es la mejor empresa de tu vida.
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