Poco cambia mi reflexión acerca de este día #DIADELAMUJER así que reedito esta nota de hace 6 años y la actualizo en el día de hoy.
... ahí va... ¡¡espero de nuevo que esta nota os inspire, porque la evolución es femenina !!
Hay ciertos días que no están en mi mapa, y éste es uno de ellos. Lo percibo como el “día de la marmota”… algo que ocurre una vez al año y que es espectacular, por lo infrecuente de su manifestación.
Tuvo su “intención positiva” cuando la mujer no tenía derechos ni civiles ni sociales. Eso estuvo bien en un sistema en el que la supervivencia era imprescindible. Períodos entre-guerras donde las mujeres únicamente servían o bien eran servidas. Cuando tener la oportunidad de “trabajar” significaba demostrar que la mujer “era algo” y necesitaba para “realizarse” un puesto donde “colocarse”, mejor en un ministerio o en un banco, buscando "seguridad".
Estoy esperando a que se desactive el concepto “trabajador”, carne de desempleo, personas a las que les ha sido “robado” su poder personal y no se atreven a convertirse en sus propios gestores, creadores de oportunidades y de contribución al conjunto.
Propongo crear el día del “cocreador” para fomentar que cada día más y más seres humanos sean capaces de abandonar su adicción a la empresa (el ídolo, el dios-papá arquetípico) y al subsidio (la paga, diosa-mamá arquetípica) a cambio de cincuenta años de esclavitud, y un poco de libertad, cuando ya la vida está llegando a su ultimo tercio (y no en todos los casos).
Observad cómo se comporta la naturaleza, utilizando el mínimo esfuerzo para conseguir el máximo rendimiento. Como nadan los delfines que buscan un hueco y van allí, encuentra un espacio vacío para crear tu proyecto, no empujes a nadie, hay un lugar para tí y es perfecto.
Claro que es natural tener miedo, nadie nos enseño cómo se hace, pero ahora es el momento de saltar y lanzarse a emprender un sueño. Los expertos estamos ahí para ayudarte a convertirlo en una meta muy alcanzable.
ALMA y EGO alineados para vivir plenamente el desarrollo profesional y humano. Esta es la esencia de un proyecto que funciona, detectando los sabotajes y los programas de repetición que te han estado condicionando, y que están grabadas en tu genealogía.
Si el ser humano carece de un norte, de un sueño, o una pasión a la que entregarse plenamente, entonces, seguro encontrará inconscientemente todos los obstáculos y justificaciones posibles para permanecer inmovilizado en su "zona de comodidad”, ahora también auspiciada por el paro, la queja y la verborrea política.... ¡mal de muchos, consuelo de tontos!
Un día como HOY es un buen punto de partida para cambiar un pensamiento y convertirlo en decreto: Yo ya no trabajo, ahora yo disfruto de una actividad divertida, contribuyendo a otros, con una actividad que me hace feliz, porque lo que yo he creado interesa a los demás, estimula mi creatividad y genera la abundancia de recursos y riqueza que en mi vida necesito para mi bienestar personal.
Para emprender y ser exitoso primero tienes que poner en conciencia cual es tu don, tu habilidad especial, para satisfacer la necesidad del otro, no sólo la tuya.
Venimos a este mundo para ser felices y, si ahora no lo eres, es porque no estás haciendo lo que tu alma desea, sino lo que tu programación te pide que hagas, esa programación inconsciente, las estructuras ocultas de reparación que te llevan a construir una vida profesional para compensar las carencias de tu árbol familiar.
Y las mujeres no son ajenas a estos programas ancestrales, de hecho, son las portadoras de dichos programas, de útero en útero, viajando a lo largo del tiempo, sin fin...
En estos últimos años, nos está llegando claramente la oportunidad de que, en la desintegración de los sistemas de control que han secuestrado la voluntad humana de prosperar gracias a su propia inciativa, cada persona mire dentro de sí misma y observe qué es lo que le falta, porque ESO es exactamente la semilla de su felicidad.
...Nunca renuncies a tus sueños....
transforma tus programas limitantes...
así liberas lo femenino y en consecuencia equilibras lo masculino en tu árbol familiar, pues tú eres esa semilla nueva para las generaciones venideras.
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